El tono de los vinos debe ser nítido y brillante. Un vino tinto amarronado o un blanco de un tono ocre, es signo de que está envejecido o que, al menos, ha pasado su período de esplendor.
Recuerde que estos últimos deben consumirse lo mas jóvenes posible porque si se los deja estacionar durante mucho tiempo, pueden volverse mucho mas dulces y alterar sus propiedades.
Usted puede asegurarse de haber elegido un buen vino, en el momento de "catarlo". Su aroma debe ser delicado, sin excesivo olor a alcohol, y su sabor muy suave, ni ácido ni muy amargo .